“Ante la falta de resultados avasallantes al que nos acostumbró el múltiple campeón de la categoría, aparecen los beligerantes vacíos de tiempo…”

Por Juan Carlos Maimone.

En esto del periodismo, no fueron pocas las veces que me tocó analizar situaciones en las que se ve involucrado un conocido o un amigo. Entonces resulta ardua la tarea de transitar el sendero de la cautela, sin caer en la sensibilidad del amiguismo. No obstante, lo más difícil pueda que sea el andar hablándole a muchos para que entienda alguno.

Hoy nos toca analizar la tarea de Lewis Hamilton; del que tanto se habla y del que tan poco se sabe. Del que desde un “ghetto” de un turbio suburbio londinense (Stevenage) enderezó sus sacrificados pasos hasta unos de los más altos pedestales de la categoría mayor sólo reservado para algunos.

Con 37 años y un patrimonio declarado cercano a los 286 millones de dólares, parece ser presa fácil de detractores poco conocedores, peor informados y que manchan con tinta el papel donde escriben.

“Que Russell es mejor piloto…” aducen los insensatos, a los que valdría preguntar qué laureles avalan tal teoría. En 296 entradas, Hamilton hilvanó 103 triunfos (con 103 poles) en las que sumó 4.227, 5 puntos, que a la postre le otorgaron 7 Campeonatos Mundiales.

“Que Russell es más rápido…” citan los eruditos de la nada. Acaso sabrán que los buenos tiempos del joven británico (como los de cualquier piloto 2) obedecen a los permanentes cambios que produce Hamilton (piloto 1) en un auto inmanejable que ni los sabios del simulador de Brackley consiguen analizar…? O es que Russell está en mejores condiciones de encontrar las soluciones…? 

Al finalizar Azerbaijan, Hamilton fue visto luchando por salir de su Mercedes y se alejó bastante dolorido sosteniendo su zona lumbar. Entonces; a pegarle por lo supuestos padecimientos probadamente padecidas por un auto del que todos se han quejado y nadie las reproduce. 

Recordemos que además; Hamilton sufrió un impacto de 30Gs.durante la clasificación de Hockenheim en el 2014 (falla en los frenos) y desde entonces, sufre las secuelas. Consultados los más destacados especialistas en la materia, hemos podido colegir que: “El dolor lumbar agudo puede ser autolimitante; sin embargo, 1 año después de un episodio inicial, hasta el 33% de las personas todavía tienen dolor de intensidad moderada y el 15% tienen dolor severo. El dolor lumbar agudo tiene una alta tasa de recurrencia; el 75% de los que tienen un primer episodio tienen una recurrencia aguda…”

La mejor testigo de lo expuesto, se llama Angela Cullen, fisioterapeuta que trabaja 24 horas en tratar de solucionar o al menos en alivianar la patología Lewis.

Esta es la realidad relatada desde adentro, lo demás, entra en el terreno de los chismes y las conjeturas de aquellos sin acceso al mundo real de los acontecimientos.