“Definitivamente Mercedes no ha empezado la nueva era de la Fórmula 1 de la mejor manera y que Hamilton subiera al podio en Baréin, fue sólo un conjunto de coincidencias…”

Por Juan Carlos Maimone

Por un lado; digamos que Lewis Hamilton ha confesado que sufre para estar bien mental y emocionalmente desde hace tiempo, reconociendo públicamente que a veces es difícil ser positivo con todas las cosas que están pasando en el mundo. Lo que relativamente puede tener que ver con el rendimiento en la conjunción auto-piloto.

De todas maneras; uno diría que Mercedes se encuentra en la posición en que se ha encontrado Ferrari en los últimos años. Y si desde su primera victoria en 2012 se convirtieron en dominadores las siguientes temporadas, ahora parece incluso complicado obtener un triunfo este año.

El equipo, soberbio dominador de los últimos tiempos, parece que ha perdido el rumbo una vez desplazado de su posición de líder dominante, aunque con la amenaza de Red Bull en las recientes temporadas.

Dicen que los cambios de reglas son una oportunidad que puede propiciar un cambio de tercio. No ha ocurrido siempre desde luego, pero este año parece que es verdad. Red Bull y Ferrari han acertado con las nuevas reglas y Mercedes se ha perdido quizás por querer ir un paso más allá.

La situación actual era tan imprevisible para ellos que parece que no pueden asimilarla, que les paraliza e incluso les hace caer en la impotencia. La frase de Lewis Hamilton al final del GP saudita fue más que reveladora: “Dan puntos por quedar décimo…?”.

A Toto Wolf no le queda más que reconocer que no es un solo problema sino varios los que tiene el auto. Problemas que según Russell no pueden resolverse sin antes solucionar el tema del rebote. En otros tiempos, Mercedes lo habría solucionado –o al menos reducido– en un minuto, pero no parece que sea así.

Andrew Shovlin, el ingeniero de prestaciones de Mercedes es quizás quien mejor conoce las carencias, no en vano es uno de los responsables de buscar las soluciones y la luz que creyeron que habían visto por momentos no era la del final de túnel, sino la que entraba por una pequeña rendija.

Por ahora pasar de estrella a estrellado, es más que inquietante, sino angustioso. Es algo que casi da pánico, porque cualquiera sabe que caer es fácil y remontar requiere tiempo y en ocasiones, mucho tiempo y si no, que le pregunten a Ferrari…