Se terminaron los tiempos en que los cazadores de talentos salían a buscar pilotos en las categorías menores para lanzarlos al mundo profesional. Hoy sólo hace falta una abultada billetera – aunque sea con dinero de dudoso antecedente – para que cualquier mequetrefe detrás de un volante alcance la categoría mayor. Tal es el caso de Nikita Mazepin, un piloto de paupérrimas condiciones que lindan permanentemente con el peligro ajeno y que sólo acaricia la exposición mediática por su desencajado manejo.

Claro está, que no ha sido sólo el dinero de su padre (una de las cien fortunas más sólidas de Rusia) la que ha posibilitado llegar a esa inmerecida posición en el automovilismo. Otro ser tan despreciable como Vladimir Putin y su desmedido ego, vieron en la F1 una tentación irresistible para que su poder irrumpa en un ámbito de tecnología y glamur dominado por el mundo occidental.

Las serias derivaciones económicas que generó la pandemia en el equipo Haas F1 Team, con base en Kannapolis, Estados Unidos y sin opciones a la vista, propuso lo poco imaginable años atrás y entonces una escudería norteamericana, sostenida por capitales rusos y con los colores de la bandera de ese país salía al ruedo.

Dmitry Mazepin, después de dos fallidos intentos de quedarse primero con Williams y luego con Force India (hoy Aston Martin) por fin cumplía con el sueño del líder ruso de colarse en las altas esferas sociales de Occidente y de que su hijo tenga una butaca en la Fórmula 1.

De todas maneras; ni toda la fortuna de Mazepin padre pudo cumplir con los preciados objetivos. Vladimir Putin sigue siendo un ser tan diminuto como su altura física (1,70 mtrs.) y el seudo niño prodigio un piloto tan insolvente como el día de su debut.

Para colmo; la Federación Internacional del Automóvil (FIA) informó que, si bien se les permite seguir compitiendo a los pilotos rusos, no podrán hacerlo bajo su bandera ni con la posibilidad de escuchar su himno en caso de una victoria, más allá de cancelar los eventos en Rusia y Bielorrusia.

Tal vez una suerte de alivio para Nikita y Dmitry, pero este miércoles se conoció que el Reino Unido no dejará correr en su país a pilotos de nacionalidad rusa, por lo que no podrá participar de la décima fecha de la temporada que se correrá en el Autódromo de Silverstone, el próximo 3 de julio…